
El piloto Dani Pedrosa al final no pudo tomar parte en el Gran Premio de Australia a causa de los fuertes dolores que sufría en la zona de la clavícula izquierda, por supuesto para el catalán fue un palo enorme, pero estaba claro que no podía arriesgarse a asumir más riesgos viendo como habían ido las cosas en los entrenamientos previos en Phillip Island.